1/12/10

DESDE LAS ESTRELLAS


DESDE LAS ESTRELLAS

Siempre me ha gustado la magia de las estrellas, hay algo en ellas que hace que mi mente se liberé. Parece que cada noche cuando salgo a mi terraza, me quieren explicar de donde vienen, porque están ahí, que aportan a nuestra alma y por supuesto quien habita en ellas.

Me llamo Alon y desde que nací estoy vinculado con las estrellas, ya que mi nombre me lo pusieron mis padres en honor a una estrella que está a unos 3000 años luz de nuestro planeta, llamada como yo.
Soy el fundador de un grupo de personas llamado “Los guardianes de la senda,” hace 10 años que nos reunimos en un claro de un bosque cercano llamado “El encinar sombra” una vez a la semana. Lo que en esas quedadas tratamos os lo voy a contar ahora, sentaos al lado mío pues, un sentimiento ancestral y oculto en vuestra mente estáis apunto de despertar.

Quizá os penséis que soy un niño, pero no es así, tengo 34 años y como he dicho antes desde hace 10 años me reúno con un grupo de amigos en el calvero de un bosque enigmático llamado “El encinar sombra”.
Siempre me han gustado las historias mágicas donde aparecían grandes dragones, mágicos bosques, seres misteriosos y mi gran pasión, las estrellas. A partir de las 12 , cuando aparece la medianoche, cada viernes durante los meses de más calor toda la magia de esos amigos míos y mía fluye en palabras, en historias. Hay algunos que explican historias sobre dragones, dragones inteligentes y mágicos vinculados con la naturaleza y con los humanos, desde hace miles y miles de años. Otros hablan sobre lugares entre bosques, donde en la noche se cuentan las leyendas más mágicas que nuestra imaginación puede crear, y donde el tiempo nunca pasa, o pasa de una manera mágica. Se habla de árboles que hablan, de guerreros que protegen a los que aman la naturaleza, y de animales que vigilan las sombras día y noche, y que nos ayudan a tener buenos pensamientos. Todos esos amigos no cuentan esas historias solo pasar un buen rato y ya está, las sienten, forman parte de su vida y saben que en algún lugar en el tiempo, hace miles o millones de años, todas esas sensaciones quedaron guardadas en nuestra mente para siempre. Saben que no solo forman parte de los miembros de nuestro grupo, sino de toda la humanidad. Pero la mayoría ha olvidado todo ese legado y no se da cuenta de nada, solo unos cuantos hemos conseguido captar y transmitir parte de esa sabiduría. Sabiduría que encierra el porque de todo, de donde venimos, que hacemos aquí, que lugar ocupamos en el mundo. Nos hace preguntarnos del porque de lo que pasa alrededor nuestro, y por eso avanzamos. “Los guardianes de la senda” guardamos todos esos aprendizajes que hemos descifrado y los transmitimos en un mundo gris y falta de imaginación. La senda son todos esos conocimientos que intentamos transmitir, y nosotros tenemos el deber de guardarlos y evitar que se olviden.
Todos los amigos que forman este mágico grupo hablan de cosas muy interesantes y yo en particular hablo sobre algo que me marco desde el día en que nací, las estrellas.

Tengo nombre de estrella, y de alguna manera me están diciendo que hay algo en ellas muy antiguo y ancestral, que esconde muchas respuestas. Solo hemos de escucharlas. Las estrellas ¿Que hay en ellas? En nuestras reuniones soy el último en hablar y todos me observan recogiendo con sus ojos, el sentir de mis palabras. Les hablo de lo que siento al recibir la luz de las estrellas, la vinculación que tienen con nuestro mundo, y la magia que encierran. Les hablo de tiempos ancestrales donde hace miles y miles de años se reunían personas alrededor de una hoguera y contaban historias sobre ellas, tal y como nosotros hacemos desde hace años. Las estrellas nos responden a muchas preguntas que nos hacemos desde siempre, pero es difícil transmitir esas respuestas a un mundo falto de imaginación e incrédulo. Un mundo que se cree homogéneo y que no se da cuenta que nuestro alrededor está lleno de respuestas. Hasta a mi me cuesta entender lo que intento explicar, viciado por esta niebla de incomprensión que también me rodea. Me cuesta transmitir toda esa magia que emana de las estrellas, ya que hay que saber ver y escuchar muy bien lo que nos quieren decir. Solo se que aunque difícil de explicar, la magia y las respuestas están ahí.

No solo siento esa magia transmitida miles de años atrás, esa energía que evoca a tiempos pasados y más imaginativos, hay otro tipo de magia en forma de preguntas que me envía los astros, quizás más actuales, quizá más conocidas pero igualmente llenas de magia ¿Hay alguien en algún lugar de ese manto de luces en la oscuridad? ¿Hay alguien allá afuera haciéndose las mismas preguntas que nosotros? Estoy seguro que si, las estrellas saben las respuestas a esas preguntas y nos las hacen sentir en nuestra mente. Preguntas y respuestas son la magia ¿Cuánta sabiduría, verdad?
Miro cada noche el cielo estrellado y me pregunto si en algunas de esas lucecitas habrá alguien observando nuestro punto azul, los astros nos leen la mente y nos lanzan las preguntas que tenemos, y a su vez, nos están dando las respuestas. Nos dicen “miradnos, miradnos, ¿De verdad creéis que estáis solos?” Cuanto espacio vacío pienso siempre, cuanto desconocemos, cuanto hay que aprender.

Todas las historias y sensaciones que cuentan los integrantes del grupo son maravillosas, te llevan a mundos que pese a no verlos sabemos que están ahí. Dragones, guardianes de los bosques, árboles mágicos, sendas mágicas, etc. Todo ello lo tenemos en la mente, aunque la mayoría no sabemos interpretarlo. Cuando llega mi turno parece que hay algo más, el silencio es diferente, más majestuoso ¿Habrá alguien en otro mundo contando al lado de una hoguera historias ancestrales? ¿Sentirán también esos seres toda la magia de las estrellas? Quizá las estrellas están intentando que nos pongamos en contacto con otros seres, seria algo mágico, comprenderíamos todo lo que no logramos entender, nos daríamos cuenta del universo y nos conoceríamos a nosotros mismos, el papel que desempañamos en el.
No sabemos aun el mensaje que nos vienen de los astros, necesitamos un mundo despierto, imaginativo, y que se pregunte el porque d e las cosas importantes. El día en que eso ocurra obtendremos respuestas, llegaremos al infinito y más allá, podemos descifrar todas las preguntas y captar todas las respuestas que nos llegan desde las…estrellas.